Sal Marina Natural En Escamas/Cristales (Patagonia Argentina)

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Diferencias entre la sal común y la sal marina
Ambos tipos de sal están compuestas por cloruro de sodio en su composición. Sin embargo la sal marina es una sal mucho más natural ya que no ha pasado por el proceso de refinamiento. La sal marina destaca por las siguientes características con respecto a la sal común:

La sal marina de gran calidad es secada de forma natural al sol. Esto quiere decir que no es procesada ni pasa por un proceso de refinamiento. Gracias a este proceso natural la sal marina contiene pequeñas cantidades microscópicas de vida marina y minerales, conteniendo yodo natural. Este tipo de sal es de un color gris natural y es ligeramente húmeda.
El sabor de la sal marina también es diferente, es más intenso. Por lo que se puede utilizar en menor cantidad ofreciendo los mismos resultados de sabor. Lo que contribuye a un menor consumo.
La sal común, como hemos dicho anteriormente, pasa por un proceso de refinamiento. A través de este proceso elimina magnesio y otros minerales que están de forma natural en el cloruro sódico. La sal marina retiene estos minerales y el magnesio esencial que necesitamos.

En nuestra alimentación es imprescindible el sodio para que funcione nuestro organismo correctamente. Este compuesto realiza funciones básicas en las transmisiones del impulso nervioso a través de los nervios, también interviene en la contracción muscular y favorece el equilibrio de los fluidos corporales.

Los riñones se encargan de controlar la cantidad de sodio que ingerimos. Si nuestros riñones están sanos eliminarán el sodio sobrante para mantener el balance que necesitamos. Sin embargo, si este órgano no funciona correctamente, no será capaz de regular la ingesta extra que hagamos de sodio por lo que se puede acabar padeciendo hipertensión arterial y retención de líquidos.

Beneficios que nos aporta la sal marina
Gracias a que la sal marina se obtiene directamente mediante un proceso de evaporación del agua del mar, la convierte en una sal totalmente natural. Al no ser procesada le permite retener pequeñas cantidades de minerales que son esenciales para nuestro organismo, como son el potasio, el calcio o el magnesio.

Estos minerales de la sal marina nos aportan los siguientes beneficios:

Aporte óptimo de magnesio

Como ya sabemos la sal marina contiene un mineral muy importante como es el magnesio, que contribuye a la producción de enzimas, la formación ósea, resistencia en enfermedades cardiovasculares y favorece, además, la transmisión nerviosa. En nuestros primeros años de vida el magnesio es de vital importancia para el correcto desarrollo de nuestro cerebro.

Buen funcionamiento de los músculos

La sal marina es bien conocida por ser de vital importancia para las contracciones musculares, también para su expansión y la estimulación de los nervios. Favorece además el buen funcionamiento de las glándulas suprarrenales. Esto es debido al potasio que contiene la sal marina  además ayuda a nuestro cuerpo a absorber mejor el potasio de otros alimentos. Se trata de una forma natural que nos previene de calambres musculares, espasmos y dolores.
Ayuda a reducir la necesidad de insulina

La sal marina contribuye a mantener los niveles adecuados de azúcar en nuestro cuerpo. Por lo que, para las personas que padecen de diabetes o tienen riesgo de padecerlo, la sal marina se convierte en un alimento esencial para su dieta.

Alivia las enfermedades cutáneas

En la sabiduría popular es conocida la importancia de los baños con sal marina. Darse un baño con sal marina ayuda a calmar la piel irritada y seca. También es recomendable para personas que padezcan de psoriasis o eccemas. Este tipo de baño hace que se abran los poros, mejorando la circulación de la sangre e hidratando los tejidos para que la piel se regenere de forma sana.
Mejora el sistema inmune

Esta sal de mar de la que estamos hablando, suministra minerales esenciales a nuestras células, aumentando y mejorando nuestro sistema inmune. De esta forma nuestro organismo se hace más resistente a las infecciones y enfermedades bacterianas. Supone una mejor recuperación ante un accidente, una enfermedad, una operación, un corte o quemadura. Mejora nuestras defensas para resistir mejor a los resfriados, gripes y otros virus.

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