Fecula De Mandioca Sin Gluten De Origen (Fraccionada) Dicomere

La mandioca (también conocida como yuca) es un tubérculo procedente de América Latina.

La yuca se cultivó y consumió en América mucho antes que el maíz, siendo el sustento en la mesa de más de 600 millones de personas, es decir, un 10% del planeta. Y desde luego se ha ganado esa posición por méritos propios. Crece en suelos pobres donde no prosperan otros cultivos igual de bien que en terrenos cálidos y húmedos como la selva.

Es barata de producir, pues necesita pocos nutrientes, fertilizantes, plaguicidas e incluso agua, y a cambio da un rendimiento alto. Sus tubérculos comestibles, además, aportan gran cantidad de hidratos de carbono, base de la dieta. Por todo ello, la yuca ha triunfado donde otros alimentos más atractivos, completos y fáciles de preparar como la papa no han podido.

 

VALOR NUTRICIONALES DE LA YUCA

¿CUÁNTAS CALORÍAS TIENE LA YUCA?

La mandioca es uno de los tubérculos con mayor aporte de hidratos de carbono. En 100 gramos de mandioca encontramos: 

  • Calorías: 159 kcal
  • Carbohidratos: 38 g
  • Grasas: 0,3 g
  • Proteínas: 1,4 g
  • Fibra: 1,8 g

PROPIEDADES DE LA MANDIOCA

La mandioca constituye una extraordinaria fuente de energía debido a su abundante contenido en hidratos de carbono complejos, un 38%, de los cuales la mayoría son almidones.

La yuca podría ser una buena fuente de vitamina C, pero al hervirse pierde gran parte de su aporte. Lo mismo sucede con la vitamina B1, pero en este caso, aunque se pierda hasta un tercio durante la cocción, sigue estando presente (0,08 mg/100 g), lo que ayuda a metabolizar los abundantes carbohidratos.

En lo que destaca con autoridad es en su aporte de potasio (unos 271 mg por 100 g).

También proporciona calcio (16 mg), hierro (0,28 mg), magnesio (21 mg), fósforo (28 mg), y oligoelementos como cinc, selenio o cobre. 

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE LA YUCA PARA LA SALUD?

Los estudios sobre los beneficios de la yuca son muy escasos. El Food and Nutrition Research Institute de Taguig, en Filipinas, está trabajando en una investigación sobre la capacidad de la fibra dietética de la yuca para rebajar los niveles de colesterol y triglicéridos, al parecer con buenos resultados, pero es de los pocos estudios con que se cuenta.

En el terreno de la medicina tradicional, los indígenas han utilizado el jugo de raíces y tallos de yuca como laxante natural, como depurativo, como linimento para aliviar el dolor de las articulaciones, y para desinfectar las heridas. Incluso han utilizado el agua de maceración para combatir la caspa o la caída del pelo.

La yuca puede ayudar con la pérdida de peso, ya que resulta muy saciante y favorece el tránsito intestinal. También es recomendado su consumo en personas que padezcan trastornos gastrointestinales.

Además, la harina de yuca (o tapioca) es un sustituto excelente para la dieta del celíaco, ya que no contiene gluten y es muy versátil.

¿LA MANDIOCA ES TÓXICA?

La yuca no debe comerse cruda bajo ninguna circunstancia, porque contiene glucósidos cianogénicos, que cuando se descomponen dan lugar a dos compuestos tóxicos para el organismo: acetona y cianuro. Las intoxicaciones por yuca pueden desembocar en dolores de cabeza o mareos en los casos más leves y pérdida de visión o entumecimiento en los más graves.

Además, si se consume en grandes cantidades, puede deteriorar la glándula tiroides porque contiene tiocianato, un compuesto que puede afectar a su correcto funcionamiento.

Sin embargo, la mandioca dulce preparada correctamente y en cantidades adecuadas no presenta ningún peligro.

LA MANDIOCA EN LA MESA

Por su contenido nutritivo es mejor combinar la yuca con otros alimentos que no contengan esencialmente carbohidratos. Es decir, no se suele combinar con cereales en general y sus derivados como las pastas. Es más interesante asociarla a productos proteicos y moderadamente grasos, o a legumbres en pequeñas proporciones.

Por su gusto neutro es una base ideal para acompañar casi cualquier sabor que posea un mínimo de personalidad: verduras y hortalizas, setas, frutos secos, hierbas frescas, condimentos, especias, reducciones, fondos y casi cualquier tipo de salsa.

La mandioca no puede comerse cruda. Pero para cocerla primero hay que ingeniárselas para pelar su piel dura.

Lo más fácil es cortar y desechar los extremos, muy fibrosos. Luego se corta en rodajas gruesas, de 3 o 4 centímetros. Se colocan planas una a una en una tabla y se va cortando la piel con un cuchillo grande y bien afilado, presionando de arriba a abajo. Una vez pelada se puede dejar en remojo unos minutos para que expulse parte de su jugo.

Compartir: